LA GRATITUD, FUENTE DE POSIBLES BENEFICIOS A LA SALUD


Gratitud 2

Existen cada vez más investigaciones que van confirmando que el sentimiento de gratitud proporciona muchos posibles beneficios para la salud.

El Dr. P. Murali, experto en salud mental y cerebral comentó: “Si la gratitud fuera un medicamento, sería el producto más vendido en el mundo, que serviría para el mantenimiento del órgano principal en cada sistema”.

Este doctor dice que la gratitud modifica al cerebro en varias maneras positivas.

Ayuda a:

  1. Mejorar la salud física, porque reduce el sentimiento del dolor, reduce la inflamación y la glucosa en sangre, mejora el sistema inmune, reduce la presión arterial y mejora la salud cardiaca.
  2. Reducir el estrés y la angustia emocional, aumentando la felicidad y la satisfacción por la vida.
  3. Mejorar la salud mental porque provoca liberación de antidepresivos y los químicos que regulan el estado de ánimo, como la serotonina, la dopamina y otros y al mismo tiempo inhibe la producción de cortisol, la hormona del estrés.
  4. Mejorar el sueño, que como se sabe, trae grandes beneficios para la salud física y mental.

De hecho, ya los filósofos de la antigüedad habían establecido que practicar la gratitud era la manera de llevar una vida sana mentalmente y con buena salud física.

¿Cuál sería la definición de Gratitud?

Robert Emmons, autor del “Pequeño libro de la Gratitud” escribe: “No nos creamos ni nos diseñamos, y no llegamos a donde estamos en la vida por nuestra cuenta. Así que, vivir con gratitud es vivir con la verdad. Es el enfoque más certero y honesto de ver la vida”.

Emmons dice que la gratitud significa afirmar lo bueno y reconocer de dónde viene. Es entender que la vida no nos debe nada y que todo lo bueno que tenemos es un regalo”.

También se ha relacionado a la generosidad con la felicidad; se dice que neurológicamente están unidas. Investigadores hicieron un experimento con la hipótesis de que la generosidad conduciría a un sentimiento de felicidad porque ambas están relacionadas en el cerebro. Concluyeron que su hipótesis era correcta porque encontraron en el cerebro niveles más elevados de generosidad y felicidad producto de acciones generosas llevadas a cabo por los participantes.

El autor de este estudio, profesor de economía de la Universidad de Zurich dijo: “No necesita volverse un mártir para sentirse mejor. Sólo sea un poco más generoso y eso será suficiente”.

De hecho, la gratitud es una forma de generosidad ya que significa ofrecer y brindar “algo” a otra persona. No necesariamente implica dinero, incluso puede tratarse de algo tan sencillo como decir “gracias”.

Según Emmons, la gratitud comprende al menos tres aspectos de la mente: intelectualmente nos damos cuenta del beneficio, voluntariamente lo reconocemos y emocionalmente lo apreciamos, tanto al regalo como al que lo obsequió.

Reconocer el regalo es el principio de la gratitud. No se trata de que la gratitud sea una estrategia para sentirse mejor y más feliz. La gratitud logra que una persona se sienta bien y que al mismo tiempo haga el bien.

Siembra semillas de Gratitud todos los días, aunque en ese momento no lo sientas, es una virtud que se cultiva y fortalece con la práctica. Una buena costumbre es tener un diario en donde escribir cada día por lo que se está agradecido y tendrás mejoras en los niveles de depresión, estrés y felicidad.

El mismo Sr. Emmons sugiere que “después de acostarse, antes de quedarse dormido, tratar de pensar positivamente en las cosas buenas que le pasan a la familia o amigos; en los sonidos relajantes del cuarto; en lo afortunado que se es de gozar de buena salud; en los planes futuros; en las cosas que se disfrutaron en días recientes; en que al relajarse uno se siente mejor; en cosas buenas que otras personas han hecho por mi…”

El neurocientífico Rick Hanson dijo “que el cerebro toma la forma de lo que la mente piensa al descansar. Si se va a la cama con preocupaciones, tristeza, molestias y angustias, el cerebro empezará a tomar forma neurológica de ansiedad, depresión y enojo. Pídale a su cerebro que dé gracias y cada vez será más fácil encontrar más cosas por las que se está agradecido y empezará a tomar forma de gratitud. En otras palabras, lo que fluye por la mente esculpe al cerebro”

Acciones Sencillas que fortalecen el Hábito de la Gratitud

  • Enfocarse en lo que se ha recibido en lugar de en lo que no se ha logrado. Pensar en “excedentes” aumentará nuestro sentimiento de valor; pensar en “déficits” nos hará pensar que la vida está incompleta,” un comentario de Emmons.
  • Reconocer las emociones positivas en lugar de suprimirlas. “La gratitud trae consigo otras emociones positivas, como la alegría, el entusiasmo y la esperanza, y estas producen beneficios físicos directos por medio del sistema inmune o endócrino,” escribe también Emmons.
  • “Tener una perspectiva de gratitud en la vida es un reductor de estrés, por lo que las personas con gratitud están mejor equipadas que otras para luchar con la incertidumbre, ambigüedad y situaciones que provocan ansiedad.”

Una comparación sana es contemplar lo que sería la vida sin los placeres que hoy disfrutamos…

La gratitud nos protege de las emociones que provocan estrés y ansiedad.

“La Gratitud, gran virtud que engrandece al ser humano.”