La ingesta adecuada de proteínas resulta crucial para el óptimo funcionamiento del organismo.
Según su fuente, las proteínas pueden ser:
- de origen animal: carne, pollo, pescado, huevo, lácteos
- de origen vegetal: frutos secos, cacahuates, semillas como chía y linaza, champiñones, algas, leguminosas, soya
Las de origen animal son una excelente fuente de:
- zinc
- hierro
- vitaminas del complejo B y
- aminoácidos esenciales
- Se digieren con más facilidad y aportan todos los aminoácidos esenciales.
Pero por otro lado, un alto consumo de proteínas de origen animal se asocia a un mayor riesgo de mortalidad y desarrollo de complicaciones para la salud cardiovascular.
Las proteínas de origen vegetal:
- Suelen percibirse como una fuente de proteína incompleta al contener una menor o nula cantidad de alguno de los aminoácidos,
- Por otro lado, es posible obtener proteínas de alta calidad mediante la combinación de fuentes vegetales.
Tanto la proteína de origen animal como vegetal son ricas en péptidos funcionales que pueden actuar como factores inmunomoduladores, (mejoran la respuesta inmunológica), antitrombóticos, (previenen la formación de trombos) e hipocolesterolémicos, (contribuyen a disminuir el colesterol), entre otros.
En cuanto al impacto ambiental, la producción de proteínas vegetales implica un impacto ambiental considerablemente menor, en comparación con la producción de proteínas de origen animal.
Por tanto, es necesario avanzar en la producción y la promoción de alternativas de alimentos, fuente de proteína vegetal, que suplan las necesidades nutricionales de la población y disminuyan el costo e impacto para el medio ambiente asociado a la producción y consumo de proteínas de origen animal. Es muy necesario y urgente tomar acciones para cuidar nuestro planeta y el medio ambiente en el que vivimos.